30.10.06

Divorcio a la mexicana

Esta semana he leído este artículo en la edición digital del NY Times (queda pijo pero, bueno, soy así, qué le vamos a hacer).

Para los que no podáis leerlo o tengáis pereza para pulsar en la palabrita azul, os lo resumo.

Guillermo Arriaga, guionista y escritor mexicano, ha escrito, entre otras, las tres últimas películas de su compatriota Alejandro González Iñárritu. (Arriaga, Iñárritu... y luego dicen que el cine vasco está mal). Ya sabéis que “Amores perros” y “21 gramos” fueron éxitos mundiales y se espera algo similar de “Babel”, todavía no estrenada por aquí.

El caso es que esta espectacular pareja creativa se ha roto y, al parecer definitivamente. La productora pidió a Arriaga que no acudiera a Cannes, festival en el que se presentó la película que él mismo había escrito. La razón: sus declaraciones en las que se arrogaba gran parte del mérito de sus anteriores colaboraciones. Por ejemplo, decía ser autor del 95 por ciento de la estructura de “21 gramos” y del 99 de “Amores perros”. (Aquí tenéis una entrevista con él en Abcguionistas y podréis apreciar el directo estilo de Arriaga con joyas tipo: "Yo no hago guiones, sino obras. El guionista es un hombre de oficio que resuelve los problemas del creador, mientras que el escritor es el autor de la película”)

El artículo del NYT dice que posiblemente esta separación sea mala para los dos, que el “escritor cinematográfico” tardará en encontrar un director con tanto talento visual (tal vez ése era uno de los lastres de “Los tres entierros de Melquíades Estrada” la película que escribió para el debut de Tommy Lee Jones como director). Y que Iñárritu tampoco lo tendrá fácil para dar con historias como la de Arriaga. Es una lástima para ellos y... para muchos de nosotros.
Eso sí, el guionista ya está preparando su primera película como director: "El sol de los venados".

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención son algunas de las frases de Arriaga que se citan: “Cuando alguien dice "es una película de autor", yo digo "es una película de autores". Siempre he estado en contra del crédito “Una película de...”. Es un trabajo de equipo y tiene varios autores.”

Pero, sobre todo, me ha hecho pensar esta: “La gente va al cine por las historias. Recuerdan las películas por sus historias”.

¿Qué opináis vosotros? ¿Estáis de acuerdo? ¿Es una exageración de guionista arrogante?

25.10.06

Bares, qué lugares...

Hola! Me llamo Elena. Estoy en 4º de Comunicación audiovisual. en la asignatura de "El guión televisivo" nos han pedido que realicemos un guión para una serie o Tv Movie. Me decanto por la serie de 13 capítulos. He pensado en ambientarla en un restaurante, con las relaciones que se establecen entre empleados, clientes, y las vidas privadas de ellos. Pensé esta idea antes de saber que existía Cheers, que también está ambientada en un bar. No sé si cambiar de idea o qué hacer. En verdad ando un poco perdida porque ya tengo en mente a los personajes que voy a crear y posibles subtramas pero no tengo claro cual va a ser el argumento principal de la serie. Daniel, me puedes aconsejar?Muchas gracias...

Hola, Elena. Gracias a ti por preguntar.

Vamos por partes. Pregunta 1: ¿debo dejar de hacer una historia ambientada en un bar o restaurante porque existió la serie "Cheers"?

Ni loca.

Primero, me resulta raro imaginarme a una persona que no conociera "Cheers". Pero eso no dice nada malo de esa persona. Sólo dice lo mismo que mis entradas: que me estoy haciendo viejo.

Segundo, ¿dejaría alguien de hacer una serie de médicos sólo porque se hizo una vez "Urgencias"? ¿Te imaginas que los de "El Comisario" hubieran renunciado a hacer su serie porque, hace años, en otro continente, se había producido una serie de policías llamada “Canción triste de Hill Street”?

Mi consejo, haz una buena serie sobre un bar y la gente que lo frecuenta. Es como las series de abogados, médicos y polis: un clásico.

Pregunta 2: Tienes los personajes pero no tienes el argumento principal de la serie. ¿Te puedo aconsejar?

A ver, yo hago una distinción que tal vez no sea del todo buena, pero mía y le tengo cariño. Es ésta:

- Series de mundo estable
- Series basadas en un argumento

(Evidentemente, me tendría que haber currado más los nombres)

Series que presentan un mundo estable: por ejemplo, "Cheers" o, en este siglo, "C.S.I.", "Anatomía de Grey" etc. Casi todas, en realidad. Estas series nos presentan un universo en el que viven unos personajes. Éstos viven historias cortas, habitualmente de un solo episodio. El capítulo en que cree que le ha tocado la lotería, el del paciente mentiroso, el del cadáver descuartizado, etc.

Por otro lado, y menos habituales, están las series que van hacia alguna parte, las basadas en un argumento. Por ejemplo: episodio 1; Aparece una chica asesinada. Llega el detective a investigar. La serie acaba cuando el detective logra su objetivo... o no. Ejemplos: "Twin Peaks", "El Fugitivo", "Motivos Personales"... El problema de las series con un argumento principal potente es que, cuando se llega a ese punto, se acaban. Y tampoco puede dilatarse indefinidamente el alcanzar ese objetivo. Es decir, si nuestro detective tarda siete temporadas en encontrar quién se cargó a la chica, a los espectadores les empezará a dar bastante igual el crimen (malos que somos).

Hay casos más o menos mixtos, pero, en mi opinión, suelen ser variantes de la primera categoría. Por ejemplo, muchas series de polis tienen tramas que se prolongan más allá de un episodio pero... en cuanto pillan al asesino del calendario, la serie sigue con los mismos detectives atrapando a otros malos. Otro caso similar es “Mujeres desesperadas” que, en un universo clásico de serie costumbrista, introduce una trama de intriga que se mantiene a lo largo de toda la temporada.

En el caso de tu idea del bar, parece claro que entraría en la primera categoría y, por lo tanto, no necesitaría un argumento general demasiado férreo que la guiara. Si tuvieras que resumirlo, sería algo así como “la vida cotidiana en un bar de ciudad (o pueblo)”.

Si te fijas en la propia "Cheers", su argumento sería algo tan vago como... “cosas que pasan en un bar de Boston”. "C.S.I." sería “tipos resuelven crímenes difíciles estudiando la escena del crimen con métodos ultramodernos”.

En tu caso, sólo tienes que crear el bar. Lo clásico sería empezar la serie con la apertura del local, la llegada del nuevo propietario, etc. Lo presentas a él, a la camarera miope, al cliente excéntrico, a una chica guapa pero demasiado perfeccionista, a un caradura... y los pones en movimiento. ¿Quién odia a quién, quien quiere a quién, quién tiene pasta, quién es gafe...? Define esto y... ya está, ya tienes tu serie. Eso sí, tendrás que hacer que lo que les pase a estos personajes nos haga gracia, nos haga llorar y, sobre todo, que nos importe.

Ah, y pon un personaje tonto. Siempre funcionan. Al menos, yo me identifico mucho con ellos. Pienso que "Friends" funcionó tan bien porque era una serie sobre seis amigos guapos y... muy muy tontos.

Suerte con tu proyecto de serie, Elena.

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20.10.06

¿Por qué son buenas las cosas buenas? (Enésimo post incoherente)



Hace unos pocos años me regalaron el disco "Cobblestone Runway" de Ron Sexsmith. Y, bueno, me quedé con la cara que se le queda a uno cuando le regalan un disco llamado "Cobblestone Runway". Y luego le aclaran que el tal Sexsmith es un cantante canadiense.

Guay. Lo que estaba esperando.

Bueno, pues "Cobblestone Runway" es ahora uno de mis discos favoritos.

Ya desde las primeras escuchas me di cuenta de que ahí había un montón de preciosas canciones, emocionantes y sencillas. Ni siquiera me fijé demasiado en las letras. Pero los fragmentos que entendí también me encantaron.

¿Y esto qué pinta en un blog de guión? Esperad un poquillo, please.

Poco después, Sexsmith sacó "Retriever". Y casi es mejor que el anterior. O sin casi.

Ahora, después de un disco intermedio con un tal Kerr, ha salido "Time being". Y escuchándolo, he tenido una extraña sensación: todo era igual que en los discos anteriores. La estupenda voz de Sexsmith, el mismo tipo de arreglos, letras del mismo estilo pero (sabías que vendría un “pero”, ¿verdad?)... las canciones no llegaban.

No eran tan buenas. Al menos, no para mí. Y tampoco para el tipo que pone las estrellas en All Music Guide, por ejemplo. (Siempre he querido ser estrellador, hasta ahora me he quedado en estrellado. Misterios sobre esa olvidada profesión: ¿el mismo estrellador califica películas, hoteles y frigoríficos? Por cierto, ¿alguien entiende las estrellas de los frigos, todos tienen cinco o yo he tenido siempre unos frigos cojonudos, los Villamagna de la congelación?)

Volvamos al asunto.

¿Cómo puede ser que las canciones sean peores si los elementos que las forman son iguales? Es decir, si el intérprete canta igual de bien, si los músicos tocan sin ningún error, si el sonido está grabado con la misma calidad...

Me estoy haciendo un poco el tonto. Pero sólo un poco.

Evidentemente, el problema está en las canciones. No en la manera en que se interpretan.

Pero, entonces, ¿qué es lo que hace que una canción sea mejor que otra si no es el modo en que está interpretada?

La manera en que está escrita, compuesta - contesta Pero Grullo, desesperado ya.

Podría ser que Sexsmith hubiera decidido dar un giro a su carrera, experimentar con extraños cambios de acordes, hacer dodecafonismo o un homenaje a la obra de Yoko Ono... Pero no, no es el caso.

Así que, dentro de su estilo, hay canciones que están mejor y canciones que están peor. (Gran conclusión, he necesitado un folio para llegar a ella).

Yéndome un poco por las ramas, me suena que Aristóteles decía que las cosas se definían por sus fines (aquella noche habíamos tomado demasiada hidromiel - el Panatinaikós nos la había vuelto a jugar - y no recuerdo las palabras exactas de Ari).

Es decir, estos folios que tiene sobre su mesa son un guión de largometraje (porque están escritos con el fin de ser rodados así) cómico (porque su objetivo es que la gente se ría al ver el citado largo). Si tal objetivo (que la gente se ría) no se cumple, la película no habría alcanzado su fin y, posiblemente, cuando le llevaras otra historia, el productor te enseñaría que tiene un objeto metálico bajo la mesa cuyo fin es acoger guiones de escritores que escriben comedias que no hacen reír.

Volviendo a Sexsmith. Supongo que, en mi caso personal, me parece que las canciones de “Time Being” son peores porque... no consiguen despertar en mí las sensaciones que despertaban las de los anteriores discos. Es decir, posiblemente la prueba de fuego de una canción, una novela, una película... esté en las personas que la reciben y no tanto en la obra en sí.
Y estaría lograda cuando consiguiera provocar en los que la reciben las sensaciones que el autor quería provocar. Independientemente de la perfección técnica de cada una de sus partes.
El tipo que hace tuercas para aviones sabe que una tuerca está bien hecha si consigue que no se desprenda el ala. No tiene que preguntarles a todos los pasajeros del avión cómo la ven. Tampoco está pendiente de lo que digan los periódicos al día siguiente sobre su tuerca.
Pero nosotros no hacemos tuercas para aviones (al menos no profesionalmente). Nosotros dependemos únicamente de las sensaciones que creemos en todos y cada uno de nuestros espectadores. No hay otro criterio objetivo. El tipo de la tuerca dice: "la tuerca es buena porque agarra, aunque a tí te parezca fea". Nosotros no podemos decir: "mi peli es la leche, la gente sale de los cines a la carrera, pero la peli es la leche". Bueno, lo podremos decir, pero seremos unos gilipollas.
Y lo malo es que en nuestra audiencia hay gente estupenda y también está ese tipo que se partió de risa con "La lista de Schindler".

Nuestro trabajo consiste, básicamente, en manipularles con los trucos que hemos ido aprendiendo.

Venderles la moto, el casco, el traje y las rodilleras... todo para conseguir que rían, lloren, se enfaden, intenten derrocar al gobierno o salgan del cine bailando si eso es lo que queríamos lograr.

Esa gente ha pagado su entrada, ha hecho cola bajo la lluvia, se ha ido a pillar el DVD, ha esperado largo tiempo a que el eMule les bajara tu peliculita o ha hecho un simple zapping en el televisor... se lo merecen: manipúlales.

Es decir, emociónales.

Y, si lo haces bien, vendrán a por más.

12.10.06

Noticias de Argentina




Acabo de volver de Argentina (sí, vivo bien, lo admito). Y, bueno, he sacado unas cuantas conclusiones:

- En cuanto pueda, vuelvo
- Viajar en avión se está convirtiendo en un gran coñazo
- Si la muestra de argentinos que conocí es representativa, son el pueblo más agradable, culto, simpático, creativo y educado de la tierra
- Hay un montón de cosas que no sabemos sobre la televisión y el cine de aquellas tierras. Por ejemplo: hay películas en las que no sale Darín.

Voy a desarrollar un poco más la última conclusión (para las otras ya habrá tiempo).

Actualmente, el bombazo en aquellas tierras es “Montecristo”, telenovela emitida en prime-time por Telefé. La protagoniza Pablo Echarri, al que vimos en “Plata quemada” entre otras. La serie mezcla la trama de la famosa novela de Dumas con la historia de la Argentina: desaparecidos, dictadura militar, etc. Ya se está adaptando el formato para México y Chile.
Mientras tanto, la apuesta del canal 13 (propiedad del grupo Clarín), “Amas de casa desesperadas” no está funcionando como estaba previsto. Sí, efectivamente, se trata de una versión argentina de “Desperate Housewives” grabada en un plató muy parecido al original en el que se graban también versiones para otros países de Sudamérica.
El productor de “Amas de casa...” es posiblemente la persona más influyente en la televisión y el cine de aquél país. Adrián Schwartz nació en Nueva York pero es argentino. Decidió simplificar su apellido y ahora todo el mundo le conoce como Suar. Además de ser actor, es el jefe de la productora Pol-Ka y programador del canal 13. (Sí, curioso esto de que los programadores tengan productora propia que vende a la propia cadena).
El caso es que el tipo, que aún no ha cumplido los 40, ha producido, creado, interpretado y / o dirigido docenas de series y películas. Desde “Vulnerables” (que aquí se adaptó, sin éxito, como “El grupo”) a “Vientos de Agua” (por cierto, en Argentina, sin ser un bombazo, la serie funcionó y se emitió íntegra) pasando por la muy vistosa miniserie “Epitafios”, desde “El hijo de la Novia” a “El bonaerense” o “Luna de Avellaneda”.

Suar contrató para su canal a Mario Tinelli, del programa "Showmatch" y dueño de la productora Ideas del Sur. Otro de los tipos importantes de la tele argentina.

El 13 se disputa el liderato de audiencia con Telefé (según creo, este canal sigue siendo propiedad de Telefónica de España, ¿alguien puede confirmármelo?). Telefé, además de la citada “Montecristo”, emite programas como “CQC” (sí, el nuestro es una versión del original, creado y presentado por Mario Pergolini, jefe de la productora Cuatro Cabezas y enfrentado a Tinelli) o la recién estrenada “Hermanos y detectives” de otro gran nombre de la televisión argentina: Damián Szifrón (aquí una reciente entrevista con él). Este guionista y director ha debutado en el cine recientemente con “Tiempo de valientes” pero ya era conocido por “Los simuladores”, un gran éxito allá (todavía estamos aquí pendientes de la segunda temporada de la versión española en Cuatro).

Estamos algo más enterados respecto al buen momento del cine argentino. Aunque han fallecido recientemente Fabián Bielinsky y Eduardo Mignona, sigue habiendo un montón de interesantes directores en activo, cito algunos: Lucrecia Martel, Alejandro Agresti, Marcelo Piñeyro, Pablo Trapero, Daniel Burman, Carlos Sorín, Enrique Piñeyro, Tristán Bauer, Juan José Campanella, Adolfo Aristaráin...

Además de algunas de las citadas, la otra gran productora argentina es Patagonik, responsable de un buen montón de coproducciones con España, como podéis ver en su web.
En resumen, el panorama de cine y televisión en Argentina me ha parecido tan atractivo y dinámico como el de España.
¿O tal vez más?


P.D.: (Por cierto, hay un casi un 2% de visitantes argentinos en este blog, por favor, corregidme o ampliad la información, seguro que he cometido una buena docena de errores)